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Temas Generales

Adivina adivinador

Adivina Adivinador

Abraham Lincoln, reconoció la diferencia entre lo que es el carácter de una persona, y lo que es la reputación.  “El carácter de una persona es como un árbol, y la reputación es como su sombra”.

– Thinkstock LLC/Picture Quest

¿Qué es lo que casi nunca se puede encontrar, especialmente en política, o en el día a día de negocios?

Ya no se enseña en las escuelas, pero sí queremos que nuestros hijos lo reflejen en su comportamiento y por supuesto, en los adultos que comparten con ellos.  Lo queremos en nuestros superiores, amistades y en los mecánicos que nos arreglan los carros.  Y muchos pensamos que nosotros si tenemos mucho.

¿Adivinas?  Pues nada menos estoy hablando del carácter o valores de una persona.

Hace mucho tiempo, cuando era consejera de educación, se enseñaba cívica y clarificación de valores, yo tenía precisamente una clase de Clarificación de Valores, para aquellos muchachos que tenían una pobre conducta de valores.

Primeramente ¿cómo se puede definir el carácter de una persona?  ¿Cómo podemos conocer sus valores? 

Claramente el carácter de una persona puede ser bueno y reflejado en sus decisiones morales, o malo, reflejado en sus decisiones nefastas en su vida. Se podría decir que el carácter es un término neutral que describe los valores prominentes en una persona.

Hay personas como la Madre Teresa, que refleja sus valores principales, al igual que los valores de un Fidel Castro, Hitler u otros, pues todos, tú y yo, de una forma u otra, reflejamos nuestros valores, nuestro carácter.

El carácter es la suma total, de su comportamiento con los que los rodean y la sociedad en que vive.
Por lo general, queremos saber cuáles con sus valores, para saber si podemos admirarlo, respetarlo o evitarlo.

No nacemos con un carácter específico, lo desarrollamos de acuerdo a la interpretación personal de lo que nos ocurre, y lo que ocurre a los demás.

Por supuesto que la evaluación que podamos tener de una persona es una opinión propia no necesariamente la verdad, ya que esa también la podemos colorear con nuestras propias experiencias.
Abraham Lincoln, reconoció la diferencia entre lo que es el carácter de una persona, y lo que es la reputación.  El dijo que “El carácter de una persona es como un árbol, y la reputación es como su sombra”. “La sombra es lo que pensamos de esa persona, y el árbol es la verdad de esa persona.”

Tenemos que reconocer que esa sombra es determinada por el ángulo de la luz que le da y la perspectiva del que la observa, no es la imagen perfecta de ese árbol.  Al igual la reputación no es siempre la reflexión correcta del carácter de esa persona. Desgraciadamente, hay personas que reciben más beneficios por una reputación que no se merecen y otros son mejores que la reputación que otros piensan.

No hay duda que la reputación es importante, determina como los demás piensan de nosotros y si debemos ser respetados o no.  Por eso existen organizaciones a las cuales se les paga para crear una imagen, una reputación de cualquier persona.  Eso puede ser peligroso.

¿Cuáles son los factores que definen los que conocemos como el carácter de una persona?

  1.  La integridad.  Esto se define por honestidad, no engañar, no robar, el poder ser confiable, el hacer lo que dices que vas a hacer, el valor de hacer lo correcto y ser leal con tu familia, amigos y tu pais.
  2. El respeto.  Considerado con los sentimientos de los demás, sin amenazar, golpear, a nadie, y tratar con paz, aquellos que nos demuestran ira, insultos o desacuerdos.
  3. La responsabilidad. Perseverar, hacer lo que tienes que hacer, planear con anticipación, ser disciplinado, pensar antes de actuar, tomar conciencia de las consecuencias a las acciones tomadas.     Tomar responsabilidad por tus actos y palabras.
  4. La justicia.  El saber jugar con las reglas del juego, mantener una actitud abierta, escuchar a los demás, sin juzgar, no culpar a los demás por tus descuidos.
  5. El cuidar.  Ser amable, ser empático, comprensivo, practicar la caridad y ser agradecido
  6. La ciudadanía.  Obedezca las leyes de buena fe, proteger el medio ambiente, hacer tu parte para mejorar el bienestar de los ciudadanos y los de tu comunidad,  y participar en los procesos de democracia manteniéndose informados y practicar el voto

Cuando enseñé estos valores, recuerdo que utilizaba situaciones de la vida diaria, para que los jóvenes dialogaran que harían en una situación u otra.  Por medio del dialogo, no de discusiones acaloradas ni con insultos, se llegaba a una decisión.

En aquella época se usaba la “vara moral de L. Kohlberg”, una vara que de acuerdo con nuestro desarrollo moral alcanzaríamos o no.  Muchos comenzaron con la primera medida en esa vara, y era “lo conocido como yo hago por ti, si tú haces por mi”   y en otro  escrito desarrollare este tema, que no solo se aplica a cada uno de nosotros como seres humanos, sino como grupos, comunitarios, nacionales, y globales.

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