La Fundación Psiquiátrica de Estados Unidos, como respuesta al tiroteo masivo de hace 14 años en la Escuela Secundaria de Columbine, en Colorado, creó un programa llamado “Typical” or “Troubled” Teen, y ahora están proponiendo utilizarlo para entrenar a maestros, consejeros, trabajadores de cafetería y conserjes en el Cuarto Distrito Escolar de la nación, Miami Dade County Schools. Su creadora Colleen Reilly, es la directora de este programa. Reportan que por supuesto, esto nace de una realidad, ya que los maestros observan comportamientos preocupantes en los alumnos todos los días y no saben qué hacer. La realidad es que esto se necesita a nivel nacional.
El entrenamiento está siendo administrado por profesionales de la salud mental, quienes a su vez, entrenarán a los empleados del distrito. Este entrenamiento no le costará al distrito.
Se explicarán los síntomas que pueden ser considerados preocupantes, como dormir en clase, vagabundear, escritos y pensamientos extraños, y tomar riesgos extremos. Los alumnos que presenten comportamientos repetitivos, serán referidos a un profesional de salud mental.
¡Y ahora ahí es donde yo veo el problema! ¿Dónde están los fondos y los sicólogos necesarios para hacer esto?
Que yo sepa nuestra legislación no esta preparándose para este tsunami. Comprendo que “el tener detectores mentales, en vez de detectores metales”, palabras del superintendente de las escuelas del condado Alberto Carvalho, es absolutamente necesario, no podemos solo identificar, si no tenemos a quien referirlos, para confirmar un diagnóstico, y además darles el tratamiento necesario.
Quizás este sea el momento para empujar este concepto a todos los legisladores estatales.
Hay ciertos estados que están proponiendo más fondos para la salud mental, espero que aquí en la Florida nuestros legisladores escuchen el clamor y la necesidad de estos jóvenes con problemas emocionales.
Recordemos que el 90% de las personas que desarrollan un desorden mental, comienzan a demostrar señales de problemas durante la adolescencia.
Además, el 11% de los jovenes entre las edades de 9 a 17 años (aproximadamente 4 millones) tienen un desorden mental de importancia, y ellos impactan la vida familiar, en la escuela y con sus compañeros. Además, un número similar presenta problemas menores. pero que pueden llevarlos a otras situaciones, como las drogas. Mientras más pronto se diagnostique, más éxito el tratamiento, y menos impacto en la sociedad en general.
El suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes y jovenes entre las edades de 15 a 24 años de edad.
Para tomar una percepción más clara de este problema, en una clase típica de Secundaria o High School incluye un varón y dos niñas, que han atentado el suicidio en el pasado año. Es deplorable que más del 60% de jóvenes con desordenes mentales no están recibiendo el tratamiento que necesitan.
Hay estudios que confirman que cuando un joven se diagnostica a tiempo, y se interviene a tiempo, sus notas en los exámenes aumentan y su funcionamiento académico mejor, además de demorar el comienzo del uso de drogas, pues muchos la prueban buscando calmar sus estados emocionales.
Ya es hora, que además del control de armas, también nos fijemos los estados mentales de jovenes, y padres que no encuentran ayuda para sus hijos con dichos problemas.
Ya es hora que indentifiquemos lo que es tipico y lo que es de preocuparse!