Escucho su programa, y me ayuda mucho. Mi pregunta es cómo puedo quitarme el trauma que tengo . No puedo discutir ni escuchar discutir, pues me duele el estómago. Recuerdo las muchas discusiones de mi padres y mis hermanos.
No me gustaban, y me siento traumatizada por esto.
Por favor ayúdeme.
Hola amiga:
Me imagino que has ido a doctores y ellos te habrán hecho los exámenes apropiados. Es obvio por el contenido de tu carta, que ya has conectado tus dolores abdominales con ese pasado de peleas. Psicológicamente hablando, los dolores abdominales, cuando se producen son la expresión de un presente perturbado y de un pasado conflictivo.
Si tu pasado fue traumático, y por lo que me dices en la carta, lo fue, tenemos que mirar cuándo comenzó. Si inclusive comenzó en el vientre de tu madre, ese abdomen está directamente entroncado con dos preocupantes biológicos maternales: la alimentación y el de las heces. Para la madre esta parte del cuerpo tiene un valor simbólico de la calidad de vida de sus hijos. Si tu madre sufrió esto, y posiblemente así fue, esos dolores son sentimientos reprimidos originalmente dirigidos hacia tu madre, posiblemente desvalorizada y aún más, y todo esto indirectamente desde su vientre te lo pasó a ti. Pensamos que solo heredamos identificaciones como el color del pelo, ojos, tamaño de nuestro cuerpo, y nos olvidamos de esa íntima relación entre la madre y su bebe en el vientre.
Tu madre posiblemente se sentía sin poder de hablar.
Ahora tu, en tu adultez, padeces de ese trauma genético y ambientalmente heredado. Estos dolores en ti señalan la imposibilidad, de tu siendo niña, expresar socialmente la vertiente agresiva de las relaciones. Esa impotencia que sentiste de niña, que inclusive puede que te hayas culpado, al no poder intervenir, son dolores estomacales parecidos a los que sentías de niña al observar esas discusiones. Ahora eres tú la que piensas que no tienes voz de adulto.
El efecto desorganizado de la desarmonía surge cuando el yo y el súper ego no poseen la madurez suficiente para controlar la agresión externa. Pero ahora eres una mujer, que tiene que encontrar su voz. Lo que tienes que aprender es a dialogar, a poder expresar tus puntos claramente sin acalorarte, ni ocultarlo o pelear. Sé que es un nuevo aprendizaje pero es el primer paso para darte a respetar.
Si te encuentras en una discusión que no puedes exponer tus puntos en ese momento, siempre puedes demorar esa discusión, diciendo “me gustaría presentarte mis puntos, y que tu expongas tus puntos también, calmadamente, y claramente más adelante, para poder llegar a un acuerdo, te parece?”
Es un entrenamiento que se puede llevar a cabo. Cuando en un diálogo intervienen las emociones, no se puede llegar a un acuerdo. Al comenzar a tomar control de estos temores, los dolores de estómago poco a poco desaparecerán.
Buena suerte
Doctora Isabel