El camino de la vida nos lleva a triunfos y fracasos. Agradezco a las oportunidades que me ofrecieron los triunfos, a reafirmar mis pasos bien dados, y a los fracasos por las oportunidades para crecer.
A medida que me hago mayor y espero más sabia, recuerdo a todos los que participaron en mi vida, a los cuales le agradezco todos sus consejos, la guía y su respaldo incondicional.
Todo lo que hay en mí que vale la pena es el producto de lo bueno que me han dado a lo largo del camino, y que he tenido la sensatez de aceptar, y del daño que me han hecho y que he tenido el buen tino de perdonar.
He aprendido muchísimo de todo, y por mínimo que sea, una vez que empecé a agradecer el poder que hay en mi interior el cual me ha permitido reconocer la experiencia mas allá de la circunstancia.
Esto significa que hemos de ser agradecidos por haber obtenido algún beneficio de las cosas maravillosas que las personas nos han dado o nos han hecho y de cualquier daño del cual hemos sobrevivido. No se sobrevive ningún daño sin aumentar la sabiduría. Mientras el camino se vuelve más arduo mas aumenta la sabiduría.
A quien le agradeces el bien y los momentos difíciles….reconócelo, y verás que bien te sentirás
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