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Relación en Pareja

Mujer en Una Vida de Abuso

Mujer en una vida de abuso

Tengo 28 años, soy Argentina. Llegamos a este país cuando tenía 15. Desde niños siempre teníamos que ayudar a la economía de la casa para poder subsistir. Somos una familia de 6 hijos.

Cuando éramos chicos dormíamos en un cuarto todos, incluso con mis padres,  a veces presenciaba cosas que me daban asco: mis padres teniendo relaciones.

Mi papa siempre fue una persona inestable en los trabajos, esto hacía que todos los años nosotros tuviéramos que rodar de una casa a otra porque no podíamos pagar la renta.

Yo me acuerdo los castigos que nos daba, nos metía la cabeza en un balde con agua y cuando dejábamos de hacer burbujas nos sacaba y luego de nuevo, siempre deseaba morir, quería que de algún modo sufriera por el resto de su vida. Una vez me dio tan duro que me dejo como 2 x en la espalda. También me recuerdo una vez, mi hermana le hizo una maldad, y el pensó que fui yo, me agarro de los pelos y me haló tan duro que sentí como si el cuero cabelludo se despegara de la cabeza, y me azotó en el piso, y no me dejaba hablar y lo peor que ni sabía porque me estaba pegando.

 A veces yo no quería levantarme para ir a la escuela, él se paraba al lado de mi cama y tenía en su mano una chata que usaba para orinar y me la ponía arriba de la cara, y la iba tumbando de a poco hasta que empezara a caer los orines para que me levantara.  Recuerdo una ocasión que me pelee con mi hermana y nos hizo bajarnos los calzones y olernos el trasero la una a la otra.

Mi mamá también siempre fue abusada, le pegaba, la insultaba, le tiraba cosas, pero ella tenía miedo,  hasta le hizo perder un par de bebes.

Cuando íbamos a venir a USA, con mis hermanos le pagamos el pasaje a mi papá y el pasaporte. Cuando llegamos, él no había hecho nada, nos metió a vivir en una casa con otra familia de 5 y eso duro 1 año. El dueño de la casa tenía una compañía a la que nos llevaba y nos daba $200 a la semana por el trabajo de 4 personas. Mi mama empezó a buscar casas para limpiar y de a poco juntamos para irnos.

Los problemas familiares siguieron. No llamábamos a la policía porque teníamos miedo por nuestro estatus legal. Yo me cansé de todo eso y a los 18 me casé y me fui de la casa, pero ya como a los 6 meses de casados ya me di cuenta que había cometido un error. Solo pensaba en él. Me obligaba a tener relaciones aun cuando yo no quería, me insultaba, mi autoestima terminó por el piso.

Estuvimos separados como 9 o 10 meses y luego volvimos, el romance duro 3 meses. Él me estaba usando para poder ahorrar y mudarse con una chica con la que andaba. Me decía aburrida porque no estaba de acuerdo con las morbosidades que quería hacer: un trio. Después de 6 años de casados nos divorciamos.

Al tiempo conocí a un hombre que con el tiempo me conquistó. Me lleva 13 años. Todo un caballero, una persona trabajadora, casi perfecto. Me había mencionado que tenía 2 hijos adolescentes que vivían con su mamá pero que cada semana por medio los tenía que tener. No pensé que fuera a ser mucho problema. Hablamos de todo, le pregunte si fumaba o tomaba y me dijo que tomaba ocasionalmente.

Después de un año de salir nos casamos, descubrí que es alcohólico, toma todos los días. El dinero no rinde y siempre tengo que andar yo viendo como le hago para cubrir lo que faltó.

Y para terminar, el hijo de él, que tiene 13 años, cuando viene me pide que lo abrace, pero cuando lo hago empiezo a sentir que él lo pide con morbosidad y eso me súper incomoda. Se lo digo al padre y lo toma a bromas, pues anda borracho. Sinceramente me siento muy vacía, siento que mi existencia no tuvo ningún propósito. A veces me quisiera morir, pero pienso en el dolor que le causaría a mi mamá y a mi perrita y eso me detiene.

Estimados lectores.

Esta carta demuestra los sufrimientos que ocasiona un padre abusivo y cruel.  Mi propósito al compartirla es demostrar las turbulencias de una vida, y como esas experiencias negativas en la niñez, derivan en decisiones equivocadas en la adultez.

Esto no se debe permitir. Sea tu padre, o un esposo aunque sea mejor que tu padre.

Nadie debe permitirle a nadie vejarle en la manera que esta persona describe. Es increíble la perseverancia de ella, y lo que le recomendaría es salir de ese círculo vicioso, con la ayuda de grupos de Violencia Doméstica que existen en este país. Son programas que ayudan a levantar la autoestima, y a reencontrar esperanza para vivir sanamente.

Continuar viviendo en las condiciones que ella describe es una locura. Ella puede comenzar a sanar las heridas, aunque demorara en hacerlo por el extremo abuso.

Si alguien se identifica con esta carta, debe llamar a la línea de Violencia Doméstica nacional, 1800 799 SAFE (7233).

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